Marcas

Carlitos Bovary lleva en la frente
dos marcas de dudosa procedencia
y hay algo de servil en su apariencia,
según bate la gente.
Su jermu, caprichosa y estridente,
lo engaña en su presencia
y abusa, marital, de su paciencia
porque todo resulta insuficiente.
Nefasto casamiento,
la mina sin ningún remordimiento
atorra con cualquier desconocido.
Fatal, canyengue y sola.
Y la turba perversa que parola
del gilardo que funca de marido. ©

Del libro De lunfa somos.
Ilustación: Gilles Vranckz.

Benditos

Bendito el arrabal de la milonga,
los tangos de Gardel y de Le Pera,
la grela de Ferrer que sola espera
y el fueye de Pichuco que rezonga,
la excelencia de Copes, meta y ponga,
"el farol balanceando en la barrera",
las pibas de San Telmo y Balvanera,
la luna suburbial, fula y mistonga,
bendito Celedonio, mano a mano,
Discépolo (mi hermano),
y el tajo descarriado de tu falda,
el porte musical de la Merello,
la parla de Gobello
y el cruce de Corrientes y Esmeralda. ©

Del libro De lunfa somos.
Pintura: Roberto Volta.

Guarda con el piropo

Felicidades Don Ángel

Por batirle un piropo a la cajera
del cobán de la esquina
me mandaron guardar la mandolina
y tres meses de garpe en la leonera.
Y pensar que le dije a mi manera,
con la parla más fina:
—Araca corazón, grela divina,
la más papa minusa milonguera.
La garaba en cuestión, fula y tirana
me ortibó con la cana
y ahí nomás me dejaron detenido.
Moraleja: Si ves una percanta
que raja las baldosas con su planta,
vos yugala, chabón, de distraído. ©

Poema recitado en Radio UAI y en el homenaje
que se le hizo a Villoldo en la APL, a cargo de
Tito Rivadeneira. Dibujo: Bustos.

Hastío

Andaba Supermán volando a ciegas
para matar el paso de las horas,
una noche en Beijíng, otra en Noruega
o en Lomas de Zamora.
El cielo de Beirut y el alba griega,
la luz dominical de tanta aurora,
el sol que en Indonesia se despliega,
la luna de Cosquín, conmovedora.
Estrilo de yirar sin rumbo alguno,
Plutón, Marte, Neptuno,
con ánimo de vuelo indiferente,
amura en el placar el pilcherío
y lánguido de hastío
se mezcla con el vulgo de la gente. ©

Del libro De lunfa somos.