miércoles, 7 de enero de 2015
Descuido
La nami de Nerón no se calienta
ni con besos de llama,
tirada en la nevera de su cama
un reguero de frío la atormenta.
El caso es que el capanga se lamenta
del humor de la dama
y busca poner fin al melodrama,
aunque deba gastar más de la cuenta.
Comienza por juntar en el altillo
madera, cuero, estopa
y leña centenaria de la encina;
se relaja, enciende un cigarrillo,
lo apoya en el canasto de la ropa...
No quedó sin arder ni una colina.
Del libro Oceanario.
Caricatura: Manrique.
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No quedó sin arder ni una colina.
ResponderEliminarEn la noche del 18 al 19 de julio del año 64 d.C., la Ciudad Eterna se convirtió en un mar de llamas. Gran parte de la metrópoli quedó destruida. Cuando se alude al inductor del fuego se menciona siempre el nombre del emperador Nerón, aunque en el momento en el que se inició no se encontraba en la dudad.
ResponderEliminarNo obstante, son muchos los historiadores que están convencidos de que se trató de un incendio normal, que comenzó en los alrededores del Circo Máximo y pudo devorar la ciudad debido a las malas condiciones arquitectónicas,
La catástrofe se utilizó como desencadenante para la persecución de los cristianos, a quienes se achacó la culpa. Después del incendio, la ciudad se volvió a diseñar completamente según los planos de Nerón.
En el año 64 d.C. Roma tenía alrededor de un millón de habitantes. La gente se apiñaba a menudo en casas de varios pisos.
ResponderEliminarSegún los informes de los historiadores, en aquella época se producían casi a diario incendios de diferente magnitud, ya que la mayoría de las casas se construía con madera, las callejas eran estrechas, la gente cocinaba en hogares abiertos y, especialmente en los barrios pobres de la ciudad, no existía ningún sistema que pudiera sofocar o impedir los fuegos.
El incendio más devastador de la historia se produjo probablemente a causa de una distracción al cocinar en uno de los puestos de comida de un barrio de tiendas en tomo al Circo Máximo.
Durante seis días, el incendio asoló por completo 14 distritos de Roma y otros siete quedaron seriamente dañados; sólo cuatro distritos permanecieron intactos. Se destruyeron dos tercios de la ciudad.
ResponderEliminarAquí me has dejado con la duda. Será que escapaste del incendio???
ResponderEliminarjaja no sé que pasó, te dije que me encanta tu sentido del humor?
ResponderEliminar“…tirada en la nevera de su cama
ResponderEliminarun reguero de frío la atormenta….”
Wow pobrecita!
O sea que eso de que los Claudios ostentaban algunos dementes dejaría a Nerón en una meseta entre la locura y la razón más explícita? De todas maneras nada de disculpas, no habrá sido la única nami, verdad?
REM
No, nunca me lo habías dicho. :)
ResponderEliminarAcá no se sabe si era una cuestión de frigidez por parte de la mujer de Nerón, o un tema de mecha corta en el entusiasmo viril del quía.
ResponderEliminarPobre Nerón, siempre tuvo mala prensa y se calentaba por nada.