Si parece don Quijote, tan campante,
con su estampa de garabo milonguero,
el más lunfa de los vates, compañero,
esperando a Dulcinea en el pescante.
Si te viesen Sancho Panza y Rocinante
con el lengue y el sombrero,
en la barra del boliche más diquero
te declaran con honores “Ñato andante”.
Don Roberto de la parla, cervantino,
con la lanza de mis versos, del molino
compadrito y prepotente, te resguardo.
Corazón de pena dulce y de porfía,
hacedor de la poesía
en la patria luminosa del lunfardo. ©
Del libro De lunfa somos.
Imagen: Onix.
Recitado en el Café Montserrat y en Radio UAI.
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