Pará con el gotán de hacerte el fesa
que todos conocemos tu prontuario
y aflojá con el curro literario
de vendernos que sos la gran promesa
de la nueva corriente feligresa
que reza en el altar del verso diario.
Mirá que sos otario
traduciendo al latín la Marsellesa.
Bajate del yobaca, te aconsejo,
yo soy un tungo viejo
en esto de yugar con el lenguaje;
hermano, te lo bato de carpusa,
arreglá dividendos con la musa
y volvé al corralón y al corretaje.
Del libro De lunfa somos.
Ilustración: Marcos Loayza Mon.
Parafraseando a Mme. Roland, aquella activista de la Revolución, francesa, que como tantos otros murió decapitada por denunciar los abusos del Régimen ("Ay, libertad, libertad cuántos crímenes se comenten en tu nombre") uno podría exclamar:
ResponderEliminar"Ay, poesía, poesía, cuántos crímenes se cometen en tu nombre".
Lo siento, es más fuerte que yo. :)
ResponderEliminarAlgunos escritores debieran hacer como Hemingway, pero al revés, suicidarse primero y escribir después.
ResponderEliminarDecía don Octavio Paz en su Decálogo de la poesía: "El poema es inexplicable no ininteligible".
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