Rutina

Me despierto, el mundo sigue entero,

me palpo las heridas con la mano,

invento de la nada un aguacero

de tarde de verano.

Otro día, igual que en “Gran Hermano”,

empiezo desde cero,

reacciono con esfuerzo sobrehumano

(llevo puestos los párpados de acero).

Tomo el subte del baño a la cocina,

atravieso la pieza,

saludo con el codo a la vecina;

derribo el almenar de la tristeza,

me paro de cabeza,

pongo el último disco de Sabina. ©

Del Blog "De lunfa somos"

Recitado en Radio Sensitive

Revancha

Si te invita tu ex a su boda,
tú a decirle que sí como nada,
mosquetera de capa y espada,
demostrando que no te incomoda.
Con un rojo un vestido de moda,
pasional, escotada,
repitiendo cien veces la entrada
cual si fueras la Reina de Rodas.
Y que el novio de porte aburrido,
sin dar bien de marido
como en un festival de acto patrio,
se manduque de rabia los codos
y cobarde de amor frente a todos
se atragante de arroz en el atrio. ©

Del libro De lunfa somos.
Ilustración: Claudio Pistoia.
Recitado en el Manzi y la APL.

Una elefanta se columpiaba

Con afanes de sano desvelo,

la elefanta, tres kilos más flaca,

cuidadosa se sube a la hamaca,

por no darse un porrazo en el suelo.

En la selva se armó tal revuelo,

que prudente, la urraca,

en mitad de tamaña alharaca,

armó el nido más cerca del cielo.

En su casa, el señor elefante,

por temor a “accidente colgante”

pidió parte de ausencia al trabajo.

—Hamacarse, por ley,  no es delito,

retrucaba su esposa en un grito.

—Sépanlo, yo de acá,  no me bajo. ©

Del libro Oceanario
Recitado en el Café Montserrat y Radio UAI