Acomodó las pilchas en la cama,
tres blusas, dos polleras, un vestido,
cansada de yugar contra el olvido
de tanto melodrama.
Fue su amante, su vieja, su mucama,
su domigo de fútbol aburrrido,
su señora con nombre y apellido,
su yiro, su programa.
En un pelpa raído y arrugado,
ya fula de ponerle la mejilla,
garabateó su espiante de tristeza;
hay cosas que se pagan al contado
y allí, sobre la silla,
le dejó la escritura de la pieza.
Del libro Oceanario.
Dibujo:Giorgia Kapetanaki.
garabateó su espiante de tristeza...
ResponderEliminarFantastico,hay sonetos que cuato mas los lees mas te emocionan ,y tú lo consigues muchas veces .
ResponderEliminarMe gusta como te queda este blog,por que no pones una reseña en APENAS para que lo conozca mas gente?
Un beso,feliz semana.
Gracias Ana, está ;indo el blog, no sé tiene un toque especial. En algunos comentarios de Apenas lo puse. En fin, se lo pierden los que no lo leen. jeje.
ResponderEliminarUn beso.
“…garabateó su espiante de tristeza… “
ResponderEliminarHay personajes que nunca se dan cuenta lo que tienen a su lado hasta que lo pierden.
Otra joyita lunfa estimadísimo Poeta.
REM
Es cierto lo que dices, por eso siempre hay que cuidar lo que se tiene, como esas plantas gauchitas que lo único que piden es un poquito de agua cada tanto.
ResponderEliminarA veces nos arriesgamos y el repechaje es muy duro.
Me alegra que pases por aquí, para aprender lunfa conmigo.