Van Gogh se toma un feca de dorapa
en el rante boliche de la esquina,
con un viejo overol de gabardina
y un ajado jazmín en la solapa.
Lo espera en el bulín su mina papa,
ordenando los tarros de anilina,
desnuda como el sol de la matina,
a ver que sapa.
El punto se entretiene con un ñato
y al cabo de un buen rato
regresa masticando su amargura,
la garaba se toma el Comte Rosso
y en un lunfa-holandés le bate al coso:
—Jamás vas a vender una pintura. ©
Del Libro De lunfa somos.
Dibujo: Venancio.
Moraleja: No seas impuntual. Guardaos de la ira de una mujer desnuda.
ResponderEliminar—Jamás vas a vender una pintura.
ResponderEliminarBrava la garabita, claro es entendible ella una diosa esperándolo en el bulín pulcramente ordenado y el coso éste se demora en el boliche entretenido con un ñato. Jate e' joder pintorcito de dos por cuatro jajaja.
Me encanta y me divierte el lenguaje coloquial del lunfardo y llevado a la poesía no hace más que difundir el habla de una parte de los argentinos, aunque hoy en día un tanto aggionardo a lo que fue en sus primeras épocas.
Estimado Poeta un placer leerlo y que bueno que exista este lugar , creo que no hay muchos así , verdad?
Besos y que tenga un excelente día.
REM
Hola Rem, este poema viene acompañado de un sub título: "Cuidos de la ira de una mujer desnuda".
ResponderEliminarSi, yo también la entiendo a la piba. Pasa que van Gogh era un desbolado. :)
Yo (y lo digo con jactancia) no he visto un blog así. jaja.
En cuanto salga de la nueva presentación del libro, voy a poner algo del concurso del bar de Cao.
Un beso.