lunes, 15 de febrero de 2016

Mangazo

Un soneto me pide la gilada,
a mí que de sonetos manyo un poco
y no he dicho que no pero tampoco
le saco el corazón a la estocada.
En principio, bandera de largada,
así como arremeto me equivoco,
de poeta noctámbulo y de loco
me sobra profesión de madrugada.
El asunto es saber que con paciencia
la musa más ortiva se aquerencia
luciendo su costado más secreto,
y a menos que otro bardo me lo ignore,
este verso parido desde el cuore
tiene toda la chapa de un soneto.

Me mangaron uno y escribí taitantos.  ©

Con este soneto arranca el broli De lunfa somos.
Pintura - El inmenso Sigfredo Pastor.
Recitado en la APL y el Manzi

8 comentarios:

  1. me sobra profesión de madrugada...

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  2. Con este soneto arranca el poemario De lunfa somos, un broli para tener en la mesita de luz por si pinta el insomnio.

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  3. Apenas se escarba en la esencia del porteño, del hombre de Buenos Aires, lo primero que aflora a la superficie es su alma de tango. Esa música ciudadana y sus correspondientes versos cubren, en enorme proporción, la complicada textura de un continente sentimental hecho de soledad, pesadumbre, bronca y nostalgia, aflicciones que sólo puede reparar un grande amor.

    Ninguna canción, de ningún folklore del mundo, canta al infortunio del amor imposible en la forma que lo hace el tango

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  4. Sigfredo Pastor, antes que artista, hombre de Buenos Aires hasta la más recóndita fibra de sus entrañas; afincado por cuore en una temática pictórica de honda consistencia porteña y tanguera, traza en sus cuadros un universo que es reflejo fiel del espíritu de nuestra música popular.

    Pastor le adjudica su paisaje más auténtico: el patio; ese microcosmos que sintetiza el trajinar de la vida de arrabal con su cargada esperanza de milagros; ese tablero de baldosas rojas en el que el ajedrez de los guapos entabló más de una jugada mortal. Sobre su entorno de paredes rosadas o amarillentas, trepan enredaderas y madreselvas o se extienden parras y aleros para que el antiguo y cálido continente irrecuperable «tenga —como decía nuestro llorado Cátulo Castillo— frescor de sombra» y el mate amigo circule cálido y tierno en la rueda formada por los cordiales sillones de mimbre más nobles y majestuosos que un trono.

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  5. Sobre las paredes a veces descascaradas del viejo bulín la proyección querendona del porteño ha instaurado, como en un altar, el panteón de sus héroes: el sonriente perfil de Carlos Gardel, la apostura boxística de Firpo, Justo Suárez o el Mono Gatica y el seleccionado albiceleste de las grandes y fraternales justas rioplanteses contra los aguerridos orientales.

    Jorge Montes para Todo tango.

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  6. https://www.youtube.com/watch?v=HQLHSpYzcKE

    La última curda / Rivero - Leopoldo Federico.

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  7. “Me mangaron uno y escribí taitantos”

    Habla de su generosidad y creatividad. Le confieso que en esas madrugadas es cuando me gustaría vestirme de luciérnaga y posarme sobre su hombro (voyeur? Sí).

    REM

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  8. Es que uno es tan poquito y a mi los sonetos me gustan mucho.

    (eras tu la mosquita que ayer noche no me dejaba escribir?

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