con una zapatos de brillo raído,
llevaba en los ojos rencores de olvido
y ausencia de voces traía en la mano.
La buscó en las sombras con cierto desgano,
rozó con los dedos su negro vestido,
y bailó con ella, latido a latido,
al son quejumbroso de un baile profano.
La besó en la boca, ciño su cintura
y sintió en los labios la desgarradura
de un ardor de hielo;
en un batimento de gris letanía
susurró su nombre con dulce porfía
y el último tango le sonó a consuelo.
Del libro De Lunfa somos.
Pintura: Fabián Perez.
El último farol - Cátulo.
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=xm2ggCNuzeM
"...La besó en la boca, ciño su cintura
ResponderEliminary sintió en los labios la desgarradura
de un ardor de hielo..."
De interpretación sombría este soneto, no indago más allá porque llegaría al mismo resultado.
REM
Hay cosas que son irreversibles y hay un baile que será el último.
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