zapatos de tacón, medias de seda,
cantaba en un burdel de Avellaneda
con un hilo de voz atormentada.
La trompa colorada
y los ojos de escabio y humareda,
yugando por llevarse una moneda
al filo de la nueva madrugada.
Un vestido de corte milonguero
le ceñía el trasero
y a su paso chocaban los planetas.
Si habrá embaucado giles, la minusa,
jugando inocentona a ser la musa
de pungas, de borrachos, de poetas. ©
Del libro De lunfa somos.
Recitado en el Tortoni.
https://www.youtube.com/watch?v=dZ89nA71Ak0
ResponderEliminarChe madame que parlás en francés...
https://www.youtube.com/watch?v=JvcFNnwetjY
ResponderEliminarRoxane...
“…yugando por ganarse una moneda
ResponderEliminaral filo de la nueva madrugada….”
Mire que cuesta ganarse la moneda!
Los que pagan son tan giles o lo hacen con gusto, como ha sido antes, ahora y siempre? Será que el aire inocentón embauca a casi todos?
Lindos ambos tangos, aunque muy diferentes.
Lo abrazo estimadísimo Poeta un placer leerlo siempre.
REM
La verdad es que no la pensé como una mujer ejerciendo la profesión más vieja del mundo, si no más bien, como una bataclana venida a menos, cantando en un tugurio rante, para agenciarse unos pesitos.
ResponderEliminarTodo trabajo dignifica.
Un beso.