jueves, 20 de noviembre de 2014

Vagoneta


















La señora de Adán, con paso ausente
y la vista lejana,
observa como nace la mañana
detrás de las estrellas del Oriente.
No hay un alma en la tierra, solamente
el novicio debut de la semana,
sin noticias aún de la manzana, 
del árbol, de Luzbel, de la serpiente.
Sin nadie que la ayude en la faena,
labura desde el alba hasta la cena,
ni que fuera la "woman-maravilla";
jetón, el troglodita de su esposo,
con tal de no cansarse, se hace el oso,
y alega que le falta una costilla.

Del libro Oceanario.

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