En el coro de Dios, Carlitos canta
con el pelo peinado a la gomina
y un arcángel de notas, desafina,
envidiando la voz de su garganta.
Se emociona de besos la percanta,
se encanta la vecina
y el taquero de ronda de la esquina
con un nudo de penas se atraganta.
El malevo cantor se desconsuela
y en un tango de Manzi se encurdela
de aguaceros y espinas.
En el coro de Dios, Dios se conmueve
y le da por llorar y en llanto llueve
con un rezo de lágrimas divinas.
Del libro De lunfa somos.
Dibujo: El troesma Hermenegildo Sabat.
Aquí me postro ante ud. y su hermoso y merecido poema lunfa para el mejor de todos. A mi padre le hubiera encantado leerlo.
ResponderEliminarEl dibujo de H.Sabat es otro poema.
REM
"No habrá ninguno igual, no habrá ninguno..."
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=ORA4XVRbd2w
Verla postrada me llena de pudor.
ResponderEliminarCuánto me alegra que a su padre le hubiera encantado. Se lo dedico a él, entonces.